Yo Soy la Conciencia Crística viviendo en ti, en cada una de tus células, siénteme pulsando en tu corazón y rodeándote, trayéndote luz, expansión y un portal abierto hacia lo nuevo.
Ese portal puedes cruzarlo cuando quieras, siempre está allí delante de ti. Visualízalo, mírate allí al pie del umbral. Mira un portal abierto y disponible para que lo cruces, para que atravieses el miedo a la dicha, para que te des el permiso de vivir en plenitud, para sentir la luz de tu ser y crear en resonancia a eso, en cada acto, en cada pensamiento, en cada sentir.
Ahora repite estas palabras y déjalas resonar en tu interior como si fueran guijarros que arrojas en el agua y que van haciendo ondas que se expanden. Respira estas palabras y el sentido que tienen para ti:
“Me doy permiso para respirar la dicha
Me doy permiso para respirar la luz
Yo soy la dicha que respiro, yo soy la luz que respiro
Yo Soy esa luz que abraza todo en la existencia”
Siente estas palabras reverberando como guijarros que caen en el agua de tus células.
Visualízate a los pies de un umbral hacia lo nuevo, el umbral que abre en ti las múltiples posibilidades de la creación. Mira hacia atrás y verás a tus ancestros, mira a tu clan y ofréceles una reverencia, ofréceles tu gratitud por ser parte de ti, por haberte dado la vida. Mira a cada uno de tus seres queridos y harás lo mismo, dándoles tu reverencia y gratitud, por todo lo que fueron y son en tu vida.
Incluye a la gente que te lastimó, que hirió tu corazón o te decepcionó de alguna forma, incluye a todos los que lleguen a tu mente, incluso a los que consideras tus “enemigos”.
Estas ahora ante ese umbral y puedes elegir dar un paso adelante hacia una nueva dimensión, hacia una vida de dicha incondicional, una dicha que no tiene opuesto, una dicha que contiene en sí a todos los estados, que abraza las experiencias, una dicha que contiene al llanto y al éxtasis, una luz que contiene a la oscuridad y la incluye en su núcleo.
Visualiza esta posibilidad, concíbela y acógela en tu seno
Repite ahora estas palabras también, como guijarros que reverberan en el agua de tus células:
“Me doy permiso para atravesar el umbral a una nueva vida
Me doy permiso para manifestar una nueva vida
Me doy permiso para vivir en plenitud y dicha
Ahora respiro la dicha y la dejo resonar en mí
En cada una de mis células, en cada uno de mis átomos, en cada uno de mis cuerpos,
Yo soy la dicha que respiro, yo soy la luz que respiro
Yo Soy esa luz que abraza todo en la existencia
La dicha en mí incluye a todos los opuestos
Me abro a esta posibilidad
trayendo la experiencia de la unidad a mi vida”
Ahora observa si existen voces que te traen descrédito, que te hacen dudar, que te llenan de miedo, que te frenan y te dicen “no pasarás”, “no te atrevas”, “no tienes derecho”, “te vas a quedar solo” o cualquiera sea su discurso. Esas voces pueden tomar la forma de personas de tu entorno, amigos, familiares, conocidos. No las tomes personalmente, esas voces están incrustadas en la conciencia colectiva y son automáticas, se disparan como un viejo mecanismo condicionado, una antigua prohibición.
Si aparecen afuera, a través de alguna persona o experiencia que te frena, observa y descúbrelas en ti, la raíz se encuentra en tu interior y el afuera las refleja.
Vuelve a repetir estas palabras como guijarros:
“Me doy permiso para atravesar el umbral a una nueva vida
Me doy permiso para manifestar una nueva vida
Cada vez que yo accedo y me doy permiso
abro un espacio y un camino para que otros accedan”
(Visualízate abriendo ese espacio y ese camino, tú pasas y otros pueden pasar, has creado un sendero abierto y más facilitado para los demás).
“Me doy permiso para vivir en plenitud y dicha
Ahora respiro la dicha y la dejo resonar en mí
En cada una de mis células, en cada uno de mis átomos, en cada uno de mis cuerpos.
Yo soy la dicha que respiro, yo soy la luz que respiro
Yo Soy esa luz que abraza todo en la existencia
La dicha en mí incluye a todos los opuestos
Me abro a esta posibilidad
trayendo la experiencia de la unidad a mi vida
Cada vez que yo accedo y me doy permiso
abro un espacio y un camino para que otros accedan”
Permanece experimentando esta sensación, y el efecto de estas palabras reverberando en ti, déjalas que sigan resonando en el correr de tu día para que vayan abriendo nuevos circuitos y posibilidades en tu vida.
1 de agosto de 2023

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