No habrá paz en tu alma mientras que sigas deponiendo tu poder personal, no habrá lugar en donde encuentres paz mientras sigas depositando tu seguridad y tu bienestar en cualquier fuente externa a ti. Eso que buscas no está afuera, no lo encontrarás en nada que no sea tu verdadera Esencia. Observa como rechazas una y otra vez tu Esencia Divina y la cualidad que trae, observa cómo le dices que No permanentemente y niegas tu propia luz, eso tiene consecuencias en tu vida.
Utiliza este decreto y presta atención a lo que sientas cuando lo dices:
“En el nombre de Dios en mí, Declaro que nada tiene poder sobre mi vida. Retiro todos los lugares en donde deposité mi poder personal, mi bienestar y mi seguridad, y los traigo de regreso a mí mismo. Acepto la tarea que traje y honro la luz que soy, aunque aún no la reconozca ni la acepte.”
Eres libre de elegir, de tomar o rechazar. Tu vida está en tus manos, sólo de ti depende. No hay allí un destino adverso, esa es tu propia creación. Mientras sigas negando esta responsabilidad la vida seguirá espejando una y otra vez lo que no estás queriendo ver. Mira todo el poder que pones afuera, mira todo ese poder en ti, eres el creador de tu vida y lo olvidas con mucha facilidad, no hay nadie allí afuera que no sea tu espejo, contempla tu vida como tal.
Eres amado y necesitas abrirte a recibir ese amor, sintiendo primero ese amor por ti y tomando la decisión de asumir tu poder sobre tu vida y tus creaciones.
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