Respeta el destino de cada uno, honra tu destino y aprende a dejar atrás la desesperación, el miedo y la impotencia de aquello que no te pertenece, respeta los asuntos y decisiones de otros aun si los perjudica, tú mismo te has perjudicado y en tu ceguera no te has dado cuenta de cómo lo has hecho y lo haces.
Puedes intencionar algo así:
“Respeto el destino de los demás y el destino del mundo, honro las decisiones y el libre albedrio de cada uno, honro mis propias decisiones y mi propio destino”
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