Soy la Conciencia Crística presente en tu corazón.
El planeta Tierra, tal como está hoy, es un mundo de dualidad. Como toda dualidad, si existe la justicia tiene que estar su contraparte la injusticia. Aprender a trascender la dualidad es el supremo camino de la conciencia humana y es hacia donde se está dirigiendo a gran velocidad. La maestría sobre los opuestos ha sido un largo recorrido para cada uno de ustedes y lo está siendo. Desde la conciencia dual, la justicia es esperada y la injusticia es temida, y como todo opuesto que rechazas, ésta vendrá a ti para que la recibas y la trasciendas. La experiencia de la injusticia es un estado de conciencia a trascender y ¿Cómo realizar este proceso?
Podríamos dar algunos lineamientos a tener en cuenta para esto:
El estado de dualidad es un estado doloroso, toda dualidad produce dolor, cualquiera sea ésta. Siempre que te encuentres en dualidad habrá dolor.
Cada uno de ustedes ha venido con dualidades significativas para trascender que ustedes mismos han elegido vivir y padecer. Pero el sentido profundo de esto es llegar a ver más allá de todo condicionamiento. La dualidad es un estado de conciencia condicionado que hace que veas la realidad con unos anteojos que te distorsionan la visión, que la limitan y la sesgan.
En la ley universal de la unidad no hay nada afuera que no esté adentro en alguna forma que puedes descubrir, si la injusticia está afuera, adentro tendrá que existir en alguna manera, ¿Cuál es la forma de injusticia que estas perpetuando? El afuera te pondrá en contacto con el efecto.
Hay una forma de amor a la que no estas accediendo y el afuera lo trae con crudeza, es la única manera en la que puedes verlo, ya que en el interior muchas veces está todo oscuro y no llegas a accederlo con claridad. Esta ley es perfecta, todo lo que afuera aparece, puede mostrarte el camino de en dónde estás en tu interior y de aquello que no estás viendo, esto vale para cualquier circunstancia y situación, puedes usar esta llave:
Todo lo que está allí afuera y que te perturba, tiene un estado de conciencia equivalente que lo está creando.
Ustedes no llegan a dimensionar la capacidad creadora que tienen y cómo están creando permanentemente, aun lo que no desean. Pero el alma es muy ingeniosa y en esas creaciones pone de manifiesto lo que es necesario que salga a la luz. Crear corresponde a un estado de conciencia particular, y lo creado le es afín, si cambias tu estado de conciencia cambiarás lo que estas creando, esto forma parte de este principio de unidad. Puedes ver cualquier situación, incluida la injusticia, con esta conciencia utilizando este criterio.
La forma de integrar los opuestos en el alma es amando. El amor es el gran disolvente de la separación y la dualidad. Allí en donde hay injusticia, allí en donde hay dolor y frustración hay un desamor a reconocer, hay un espacio en donde el amor no está habitando, donde el amor no entra. Entonces obsérvalo a la luz del amor:
¿Cuál es la forma de amor que no está presente aún, y a la que necesitas abrirte y tomar la decisión? Ya que amar es una decisión y un estado, es ambas cosas a la vez. Amar es elegir amar, no es un estado que sucede por generación espontánea, es parte de tu creación y es un estado de conciencia al que puedes acceder, si lo eliges cada día de tu vida.
La vida cotidiana trae permanentemente experiencias a tu puerta, como las olas del mar que van y vienen, y siempre puedes elegir en qué estado de conciencia vivirás eso y cuán presente estará allí el amor.
Si no lo está, tu tarea será mirarlo y descubrir profundamente qué hace que ese amor no esté allí ocupando el lugar que le corresponde, ese es el sendero que recorre tu alma y el alma de cada uno. El acceso a la conciencia de unidad es el acceso al amor y es un camino que se elige con total libertad. Eso es todo por hoy.
Queremos enviarte bendiciones para tu camino, a través de este mensaje las bendiciones caerán como gotas de rocío para todo aquel que lo lea, lo escuche, lo reciba, esto siempre está disponible cuando ustedes lo permiten. Los amamos inconmensurablemente.
1 de septiembre de 2020
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