Soy la Conciencia Crística hablando en tu corazón. Hoy hablaremos acerca de dos distorsiones de la energía femenina y masculina.
Vamos a comenzar por la depredación. ¿A qué le llamamos depredación aquí? ¿A qué le llamamos actitud depredadora?
La actitud depredadora es la distorsión de la energía masculina, cuando va a la conquista arrasando lo que encuentra, sin tomar nada en cuenta. La energía masculina en distorsión va en busca de sus propios objetivos e intereses sin medir consecuencias en ello, sin reparo del daño que provoca. La actitud depredadora se puede encontrar en todos los ámbitos y cada uno necesita descubrir la forma en la que opera en sí mismo, esa es la manera de contribuir a que la depredación sea disuelta completamente en el planeta.
La actitud depredadora no sólo está en las formas de explotación de la Tierra y sus recursos naturales, no solamente está en los abusos, maltratos y vejaciones. La actitud depredadora está presente en cada uno, en distintas graduaciones. Es importante que cada uno se tome el tiempo de identificar esta actitud en sí mismo en su propia vida, con respecto a cómo trata a su cuerpo, a su entorno, a su propia energía.
Observa:
De qué manera utilizas tu energía, tu tiempo y tu espacio, de qué manera arrasas y pasas por encima tus necesidades siendo poco amable contigo, obligándote a hacer cosas sin tenerte en cuenta, sin tomar en cuenta la diversidad que eres.
Cuáles son las maneras en las que destruyes tu propio ecosistema y lo abusas, ya sea tu salud, la forma en la que te alimentas, la forma en la que consumes. Cuáles son las formas en las que te mueves por el mundo y por la vida en donde la depredación existe, ya sea que la actúes de manera directa o que la propicies y la admitas. Observa las partes de ti que no ponen límites, que permiten la depredación y el arrasamiento. Es tu responsabilidad ocuparte de esto.
La actitud depredadora puede tener tres formas:
Una es ejercerla directamente hacia otros, la otra forma es ejercerla hacia ti mismo y la otra es permitirla volviéndote cómplice, un cómplice pasivo que no pone freno a esta actitud cuando aparece en cualquiera de sus variantes, interna o externa, hacia ti mismo o hacia el exterior.
Trabajen sobre este punto y estarán contribuyendo a la unión, al amor, al equilibrio de los opuestos, a la creación de la nueva conciencia que está en gestación en estos tiempos.
La unión del femenino y del masculino requiere de la disolución de las distorsiones que están ancladas desde hace milenios en este plano.
El principio femenino y masculino en equilibrio, al unificarse manifiestan la creación de la vida.
Ahora hablaremos de la actitud acumulativa que es el reverso de la actitud depredadora. La energía femenina tiende a ser conservadora, a proteger la vida, es la que pone su espacio a disposición para que la vida sea creada, es el cuenco que abraza aquello que está siendo gestado y de aquello que existe.
La energía femenina en su distorsión acumulativa guarda todo para sí, retiene y no comparte, acumula objetos, posee. En la actitud acumulativa se vuelve inviable soltar y dejar ir, abrir espacio a lo nuevo, ya que existe una tendencia al aferramiento y a la retención, esto también se puede ver en el cuerpo, se puede ver en las formas de cómo te manejas con tus cosas, con lo que sientes como tus pertenencias, sean materiales o espirituales, sean aspectos o seres queridos. Revisa los lugares en donde se encuentra tu actitud acumulativa y retentiva, allí en donde no dejas ir, en donde te apropias de algo o de alguien, mira su efecto en tu cuerpo, en donde la energía se estanca y se acumula, mira en donde no dejas ir y retienes, en tu afán de conservar y proteger tu vida a cualquier costo.
La energía masculina es la que va hacia, la que avanza y cuando está en distorsión se vuelve arrasadora, nada la detiene y no tiene miramientos, se vuelve cruel, impiadosa y egoísta.
La energía femenina en su aspecto distorsionado oprime y aprieta, puede utilizar distintos medios con el fin de quedarse para sí y retener. En vez de abrazar aprieta, sofoca, no da espacio ni libertad, no permite el fluir de la energía en el cuerpo, en la vida, en los vínculos.
En ambas distorsiones existe el miedo, la falta de fe y de confianza. Otro factor en común es la sensación de que nunca es suficiente. El que nunca sea suficiente puede justificar el seguir arrasando la Tierra, la vida, los recursos, la propia salud, cualquier cosa en donde allí se encuentre la actitud depredadora.
En la contraparte femenina, en su aspecto acumulativo se encuentra también presente el clima de que nunca es suficiente, siempre hay que acumular más, tener más, poseer más, nada alcanza.
Reconocer cada uno en sí mismo estas actitudes es de vital importancia. Esta es una de las formas concretas de sanear el femenino y el masculino en cada uno.
Si esto se extiende y se propaga, si muchas personas se ocupan se sanear esto en sí mismas, pueden crear un impacto en la conciencia colectiva, trayendo nuevos surcos y posibilidades, trayendo amor, libertad, unión, armonía, confianza y todo aquello que todo el mundo anhela, aun considerándolo utópico.
Estas dos tendencias distorsionadas son interdependientes, si mueves una afectarás a la otra. Pueden focalizar en una de ellas y la otra recibirá el impacto, da igual en donde elijan poner su conciencia y su foco. Sólo observen en el día a día prestando atención, observen su vida y podrán descubrir cuan conectadas están entre sí estas dos tendencias.
Cada uno necesita descubrir estas verdades en sí mismo y ponerlas a prueba, no tienen por qué creer en esto ciegamente, investíguenlo, pongan atención, tomen su poder para poner a prueba lo dicho y ver cómo se aplica a sus vidas.
El sólo hecho de tomar conciencia de estas actitudes puede abrir la puerta para otras posibilidades, puede traer mucha comprensión.
Tomar contacto con los efectos y comprender las causas es un proceso que por más que sea explicado, sólo será entendido por quien recorra el camino y lo viva, quien enfrente su propio territorio y descubra lo que allí se encuentra.
Sanar las distorsiones tomando contacto con ellas y poniendo claridad y conciencia, trae las aguas a sus cursos naturales.
La naturaleza es tan potente que siempre vuelve a su origen y a su esencia, con sólo retirar lo que oprime y obstruye el libre fluir de la vida esto ocurre en forma natural. Si miran cómo se recupera y se regenera la vida en el ecosistema, cómo la naturaleza resurge de sus cenizas, su infinita capacidad de resiliencia, esto mismo puede ser aplicado a la sanación de estos dos principios que todo lo permean, el principio femenino y masculino en el plano terrestre.
Bendiciones para todos los que escuchan y reciben estas palabras, bendiciones para todo aquel que decida emprender este recorrido, asumiendo la responsabilidad, tomando la tarea en sus manos para traer su granito de arena, para traer amor, belleza, unión y libertad al mundo, empezando por su propia vida, siempre. Esta es una maravillosa y necesaria contribución.
Cada uno puede elegir si siente el llamado de su alma, si lo escucha, allí encontrará su tarea y el lugar que le corresponde ocupar por derecho propio, por el sólo hecho de haber nacido.
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