Soy la Conciencia Crística, no tengo cara ni soy una persona determinada. Soy esa misma conciencia en donde reina la Unidad de Todo.
Entra en el vacío de todas las posibilidades, allí donde todo se unifica, allí en donde nace el principio y el fin de todas las cosas. Relaja tu ser, ábrete a ese vacío. En ese vacío no estás perdido, sólo pierdes tus puntos de referencia en los que permaneces atado en una conciencia limitada, fragmentaria.
El principio y el fin son lo mismo, en la Tierra esto es vivido como una polaridad, pero en su esencia son lo mismo. El principio y el fin es la rueda de la vida, donde todo es circular y no lineal, ábrete a que tu pensamiento se vuelva circular, tu vida es un círculo y una línea. La línea es circular, círculo y línea no están separados. Anímate a perderte, sólo perderás el viejo yo basado en concepciones antiguas, en viejos puntos de referencia, en creencias y limitaciones arraigadas de lo que deberías ser y de lo que debería ser tu vida y el mundo.
Sólo descansa en ese vacío, no temas perderte, tu concepción de identidad necesita ampliarse y disolverse, aquello que consideras que eres tú y lo que consideras que no eres. No hay nadie allí, no hay nada a qué aferrarse, entra en ese vacío y disuélvete en él, anímate a no ser. Ser y no ser coexisten, allí es donde ser y no ser son una unidad, respira y descansa en esta conciencia.
Descansa y respira en ese vacío, todo está bien, allí encontrarás la paz y el sostén mayor, el descanso y la unión de todo opuesto. En ese espacio interno no importa quién eres ni de dónde vienes ni hacia dónde vas, sólo permanece en tu esencia de eterno presente y todo discurrirá en un fluir natural sin que fuerces nada, sin apremio ni urgencia, que no son otra cosa que manifestaciones del miedo y de la desconfianza. Si aparece el miedo y la desconfianza sólo respira dentro de él, no lo combatas, tampoco lo alimentes, sólo lo abrazas como un peldaño más en tu camino.
Ábrete a recibir la vida en toda su inmensidad incluyendo el miedo a abrirte y todas las resistencias que te habitan, abrázalo todo y solo experimenta qué sucede con esto y cómo es la experiencia de amarlo todo, pase lo que pase. Amar todo lo que te habita haciéndole un espacio, ese es el vacío que estas construyendo, el vacío en donde todo puede estar allí, el vacío de todas las posibilidades a las que puedes abrirte. Ahora sólo relájate y deja que todo coexista, las tensiones, el miedo, la luz, la alegría, que nada sea descartado, abrázalo todo y descansa en lo que Es, construye el lecho de tu rio cada vez más ancho y caudaloso. Deja que todo esto ingrese paulatinamente y se ancle en tu ser, si así se lo permites.
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